Durante la investigación realizada para redactar la entrada dedicada a la residencia familiar de los Taramona en Santurtzi, han ido apareciendo diversas referencias a un tema que ya conocía previamente, con ocasión de la visita guiada a cargo de Gorka Pérez de la Peña a tres cementerios encartados el 9 de junio de 2019, pero por el que nunca antes me había interesado porque desconocía su relación con Santurtzi.
Resulta que el 28 de abril de 1937, en previsión de que fuera profanada su tumba, se trasladaron en el más absoluto secreto los restos de Sabino Arana desde su sepultura en el cementerio de Sukarrieta hasta el camposanto del barrio de La Herrera, en Zalla. Los depositaron en un panteón perteneciente a la familia Taramona y ahí permanecieron ocultos durante cincuenta y dos años. El 2 de enero de 1989 volvieron a ser inhumados en el cementerio de Sukarrieta.
Cuando se decidió ocultar los restos del fundador del Partido Nacionalista vasco, uno de los miembros del partido, Manuel Sainz Taramona, sobrino de Manuel Taramona Sainz, propuso como lugar idóneo, que no llamaría la atención, un panteón perteneciente a su familia en el cementerio de La Herrera en Zalla.
Manuel Sainz Taramona fue un político e intelectual nacionalista vizcaíno. Nació, según dicen, en Balmaseda, aunque no hemos encontrado ni su partida de nacimiento ni su fe de bautismo. Hijo de Aniceto Sainz Vizcaya y Dolores Taramona Sainz, que sí que contrajeron matrimonio en Balmaseda en 1882. Dolores también falleció en esa villa encartada en 1931.
Doctor en Derecho, accedió joven al puesto de Juez Municipal de Bilbao. Afiliado al PNV, trabajó como asesor jurídico durante la dictadura de Primo de Rivera y la II República. En los inicios de los años treinta, colaboró con Enrike Orueta, Ceferin Jemein y Manuel de la Sota para la creación del grupo Oldargi. Fue Inspector General de Tribunales en el Gobierno de Euzkadi. A causa de la guerra civil se tuvo que exiliar y falleció en la localidad francesa de Maurrin (Landas) el 2 de abril de 1941. Por cierto, en la versión publicada en castellano de la Orden del Consejero de Justicia y Cultura su primer apellido aparece escrito Sáiz en lugar de Sainz. En la versión en euskera el apellido está correctamente.
En el artículo La Justicia en la Euskadi en guerra. La Consejería de Justicia del Gobierno Vasco (1936-37) del historiador José Luis de la Granja encontramos una breve referencia a Manuel Sainz de Taramona.
Respecto al camposanto de La Herrera y los panteones (pues hay dos) de la familia Taramona, el citado Gorka Pérez de la Peña, en el segundo volumen de su Estudio-Inventario general de la arquitectura contemporánea de las Encartaciones (1870-1975) nos ofrece interesante información. El responsable del diseño ecléctico del cementerio fue el arquitecto Ángel Galíndez Bermejillo para el que realizó dos proyectos, el original en 1895 y el de la ampliación en 1916.
En el cementerio destacan dos sepulturas de la familia Taramona que responden a un tibio diseño modernista del mismo momento de la construcción del cementerio y que, probablemente, también son obra del citado arquitecto. En el caso del panteón de Manuel Taramona Sainz impera una acusada geometrización con sucesivos retranqueos que recuerda al modernismo vienés.
En cambio, el panteón de sus hermanos José, Francisca y Benita Taramona Sainz, fechado en 1917, domina lo curvilíneo, propio del modernismo francés.
Además, existen otras seis sepulturas de otros miembros de la misma familia. En una de ellas, al lado de la entrada al cementerio, está enterrado José Sainz Taramona.
La consulta en la página de Facebook del PNV de Balmaseda del número 21 (26-01-1989) de la Revista Alderdi me ha permitido recabar abundante información sobre este asunto, aunque proporciona datos erróneos en lo que respecta a las filiaciones de varios de los difuntos enterrados en los dos panteones Taramona. En cualquier caso, nos aclara la cuestión fundamental: Sabino Arana fue enterrado en el panteón propiedad de los hermanos José, Francisca y Benita Taramona Sainz, ubicado a la derecha del cementerio, destinado a los miembros solteros de la familia. Recomiendo la lectura del texto, es muy entretenida, casi como un relato corto de intriga o misterio.
Para no perderse en el galimatías genealógico de la familia Taramona adjunto un esquema con los principales personajes, sus enlaces y su descendencia.
Solo me queda saber dónde está enterrado Manuel Sainz y Taramona. Quizás en el el cementerio de Maurrin donde falleció en 1942…
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