Ricardo Iñurria Arzubide nació en Santurtzi el 3 de mayo de 1908 y falleció en Bilbao el 24 de febrero de 1995. Hijo del matrimonio formado en 1890 por Marcelino Iñurria Salaverri (bautizado en Begoña en 1864) y Dominga Arzubide Villa (bautizada en Santurtzi en 1871). Era el último de seis hermanos que, curiosamente, se inscriben en el Registro Civil con el apellido Iñurriaga los tres primeros (Ángel, María y Juan) e Iñurria los tres últimos (Paula Antonia, Valentín y Ricardo). En el Libro de Bautismos de la parroquia de San Jorge, sin embargo, aparecen con el apellido Iñurria o Yñurria.

Por cierto, algunas fuentes afirman que el sacerdote santurtziarra (bautizado en 1876) Nemesio Faustino Honraeta Aguirre era tío suyo. En realidad, Faustino era hijo del primer matrimonio (1876) de Esteban Honraeta con Victoria Aguirre Nieto. Después, en 1885, Esteban Honraeta contrajo matrimonio con Paula Cirila Villa Garay, madre de Dominga Arzubide y abuela de Ricardo Iñurria.

En el estudio de su obra pictórica realizado por Jose María Arenaza Urrutia, editado en 2011, se afirma (pag. 18) que el domicilio familiar de los Iñurria Arzubide se ubicaba en la calle Solocoeche de Santurtzi. Evidentemente, no ha existido nunca una calle con esa denominación en nuestro municipio. En el censo electoral de 1895, su padre Marcelino Iñurria aparece registrado en la plaza, sin más detalle (la actual plaza Juan José Mendizabal). Declara ejercer el oficio de tablajero (equivalente al actual carnicero). En el censo electoral de 1932 no hay rastro de la familia en Santurtzi. No he podido consultar los padrones de población de años intermedios por falta de tiempo.

En 1921 inicia su formación en el taller de José María Garrós y en el de los Basterra (Serafín Basterra y sus hijos Higinio y Manuel). Entre 1928 y 1932 estudia en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao. Y en 1933 recibe una beca para formarse en París, aunque su estancia es muy breve.

Durante la guerra civil, Ricardo Iñurria sirve como escolta y correo del lehendakari Agirre. En 1938 es detenido en La Peñilla y encarcelado en el penal de El Dueso (Santoña), después en El Puerto de Santa María (Cádiz) y finalmente en Alcalá de Henares (Madrid). En esta cárcel talla un Cristo en la cruz que se envía al papa de entonces y que ahora se conserva en los Museos Vaticanos.

En 1940 es liberado y regresa a Santurtzi. Comenza a trabajar, aunque al principio con ciertas limitaciones laborales. A diferencia de otros artistas, Ricardo Iñurria abandona la militancia activa tras su excarcelación. No así su afiliación al Partido Nacionalista Vasco en el que se mantiene hasta su muerte. Con mucha frecuencia se trasladaba a San Juan de Luz para reunirse con su amigo Lezo Urreiztieta Rekalde, personaje del que hemos hablado en este blog.

Su vida artística se extenderá hasta 1978 cuando deja definitivamente de esculpir, tallar y pintar. Como pintor realizó algunos paisajes, bodegones y retratos, como por ejemplo el de su madre, Dominga Arzubide.

Sin embargo, su principal actividad fue la escultura, en la que sobresalen sus trabajos en el campo de la imaginería policromada, donde han destacado varias esculturas muy veraces, a la altura de los grandes imagineros del barroco español. Como escultor, su figura ha quedado adscrita a la que puede denominarse como segunda generación de escultores vascos tras Francisco Durrio, Nemesio Mogrobejo o Moisés Huerta.

De su extensa obra destacan los pasos procesionales “Ecce Homo” (1944), “La flagelación del Señor” (1955), popularmente denominado “Los azotes”, y la imagen de San Antonio para la iglesia homónima de los franciscanos de Iralabarri. Fuera de Bilbao, destacan la imagen de la Virgen de las Mercedes, en la iglesia del barrio de Las Arenas en Getxo, el Cristo en la cruz en la iglesia de San Pedro de Mungia y la excelente Piedad de la iglesia de San Andrés de Ibarrangelua. En el Museo Diocesano de Arte Sacro se exponen dos obras: Crucifijo y El bautismo.

Es muy interesante la Piedad tallada en 1957 en la oscura piedra de Hontoria que adorna el panteón de la tumba de la familia Bilbao Sanz en el cementerio de Vista Alegre de Bilbao en Derio.

Muy semejante es la realizada en madera policromada para la iglesia parroquial de Ibarrangelua en 1950.

Piedad

En el cementerio de Santurtzi contamos también con una obra suya.

También sobresalen diferentes obras de escultura pública como el grupo Maternidad en la portada lateral de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao, la estatua de Minerva en bronce que corona el chaflán de la antigua sede del  extinto Banco Hispano-Americano en la Gran Vía, y los bustos en bronce de destacados personajes locales en numerosos municipios vizcaínos como Juan Telesforo Arteche (Bedia), Enrique de la Alberca (Bilbao), Félix de Vidauzarraga  (Derio), Alberto de Palacio (Getxo), Miguel Sáinz-Indo (Karrantza), etc.

No obstante, su obra más popular es el Monumento a la Virgen del Carmen, en el puerto de su pueblo natal, cuya construcción se inició en 1948, hace 70 años. El monumento, construido por partes dado su tamaño (6 metros el pedestal y otros tantos la estatua), está esculpido sobre piedra de Urduliz.

Además, los medallones conmemorativos adosados a su base también es obra suya.

No es la primera Virgen del Carmen que realiza. En 1947, un año antes, realiza una estatua para el conde del Cadagua que finalmente se ubica en Casas Blancas (Cidamón, La Rioja).

También realizó una pequeña escultura de uno de los dos iconos de Santurtzi junto a su Virgen del Carmen: la sardinera. Está realizada hacia 1963 y posiblemente sea un boceto para el monumento a la sardinera que finalmente ejecutó Lucarini.

Fruto de su afición al fútbol y a su devoción por el Athletic, realizó magníficos cuadros de futbolistas.

Y también diseñó medallas conmemorativas como, por ejemplo, la realizada en 1977 para el Memorial Félix Izaguirre Garate (pelotari).

En algunas publicaciones se dice que el Ayuntamiento de Santurtzi le nombra Hijo Ilustre o Predilecto (según las fuentes) en 1945 o 1946. No he podido refrendar esta información.

Lo cierto es que en abril de 2011, coincidiendo con la edición del completo estudio de su obra pictórica citado antes, se inauguró en Santurtzi una exposición-homenaje centrada en su faceta de pintor.

El conjunto de obras expuestas se agruparon temáticamente (paisajes, bodegones, retratos) para que el espectador pudiera comparar, disfrutar y analizar las pinturas por temas, evitando la frialdad de un recorrido cronológico de sus trabajos. Esta exposición tuvo el honor de ser la primera en la recién estrenada Sala de Exposiciones ubicada en la planta baja del palacio Casa Torre.