Continuando la entrada de la semana pasada, hoy voy a mostrar la primera utilidad que le he dado a mi escudo personal, se trata del ex libris, la marca de propiedad que se estampa en los libros para indicar que pertenece a una determinada colección.
En mi caso, el ex libris también fue diseñado por Ignacio Koblischek. Se muestra a continuación.
Otra de las utilidades de un escudo de armas es la puramente decorativa. Hace ya unos cuantos años, en 1992, mi hermana y yo regalamos a nuestros padres sus escudos de armas pintados a mano y enmarcados, para celebrar sus bodas de plata. Fue entonces cuando me di cuenta que no todos los linajes tienen escudo de armas, ya que el escudo atribuido a mi padre es el «genérico» (si se me permite la expresión, y que me perdonen los expertos en heráldica) a un linaje FERNÁNDEZ de Bizkaia. Por aquel tiempo no había comenzado el estudio de mi árbol genealógico y desconocía que el linaje Fernández paterno, aunque radicado en Santurtzi desde hacía más de 200 años, procedía de Lugo, del municipio de A Fonsagrada, hasta donde he podido investigar.
Ahora, con un escudo personal diseñado en exclusiva no existe ese problema de indeterminación. Y por eso, me he autoregalado un trabajo artesanal en un papel de alta calidad que imita al pergamino, realizado a mano por un artista del arte heráldico, Juan Fernández Molina. Al blasón se le ha añadido una cimera con forma de cabeza de jabalí, la divisa «Supra Fortunam Arbitrium Meum» y se le han acolado dos gallardetes, pequeñas banderas de forma triangular.
La divisa es uno de los ornamentos exteriores (como el yelmo, la cimera, etc.) del escudo propiamente dicho. Es una declaración que, no pocas veces, se proclama de forma enigmática. Unas veces manifiesta una intención, otras un juego de palabras, a veces ingenioso, pero siempre tratando de enaltecer al propietario del blasón. Se trata de lemas que, por lo general, se colocaban al pie del escudo, en una cinta, o en la bordura. Las divisas no son hereditarias como las armas del linaje. Eso explica que una misma persona pudiera usar varias al mismo tiempo o cambiarla a lo largo de su vida, lo que no quiere decir, ni muchísimo menos, que muchos linajes no hayan puesto su empeño en conservarlas.
El resultado es el siguiente:
Finalmente, Fernando Martínez Larrañaga ha interpretado varias veces mis armas personales según su propio estilo, variando además el yelmo, la cimera, etc. El resultado es el siguiente:
Hay diseños para todos los gustos. Hace tiempo me remitieron otro diseño, en este caso sin adornos exteriores, que también me gustaría mostrar aquí. Es el siguiente:
El diseño más reciente es el realizado por Rolando Yñigo-Genio en marzo de 2016.
Sólo me queda señalar que las distintas tonalidades de los escudos no responden a ningún criterio heráldico. Se trata de un problema de interpretación de los softwares empleados para su diseño.
Beno beno, Alejandro handiarekin bat egiteko gero eta pausu txikiagoa falta jatzu.
Gustatzen jat, lehengo marrazkia.
A ver si me aclaro. Yo puedo hacerme mi propio escudo de armas. asi, sin mas? y elijo yo los motivos y lo que representan. Y nadie me diria nada? siempre me han gustado los escudos pero los «genericos» me causaban desconfianza pero si se puede hacer uno propio… igual me hago uno.
Así es. Eso si, tiene que ser distinto a cualquier otro, sin atribuirte atributos u ornamentos que no te corresponden y debe dibujarse conforme a las leyes de la heráldica. Te recomiendo dos heraldistas a los que yo he acudido para que dibujaran el diseño que tenía en mente: dos páginas que encontrarás fácilmente tecleando Riag o Dibujo heráldico.