Organo San Jorge

El órgano que actualmente podemos ver instalado en la tribuna o coro alto de la iglesia de San Jorge no es el primero. Anteriormente hubo uno más pequeño, donado en 1852 por, cómo no, Cristóbal de Murrieta junto con su socio Francisco Luciano de Murrieta. Cuanto más leo sobre estos personajes más me asombra su riqueza. No cabe duda que hoy en día serían considerados unos multimillonarios y, a la vez, unos generosos mecenas. Pero esta es otra historia que todavía está por investigar en detalle…

Organo de San Jorge-6

A principios del siglo XX aquel primer órgano de fabricación inglesa parece ser que no satisfacía las necesidades del culto en la parroquia de San Jorge y decidieron sustituirlo por otro mayor y de mejor categoría musical. Así pues, el viejo se desmontó y se sustituyó por el actual.

No se ha encontrado hasta la fecha ningún documento que hable de su donación ni de la fecha en que fue inaugurado. Solamente un documento en el que se ofrecen algunos datos de fabricación y características técnicas. Se trata de un órgano construido por el gran organero Emile Schaeffer para la empresa Henri Didier et Cie en Epinal (Francia), al igual que el instalado en Portugalete en 1903, sin duda uno de los mejores órganos de esta casa. Como todos los órganos fabricados por Didier lleva su correspondiente placa identificadora: Henri Didier et Cie, Epinal, Vosges. El experto organero de la casa Didier Ferdinand Prince se encargó de dirigir el montaje, la armonización, etc.

El órgano de San Jorge es un órgano de  2 teclados y 13 juegos o registros como la gran mayoría de los instrumentos fabricados en los talleres franceses de la época, que no tenían más que dos teclados manuales y aproximadamente una quincena de juegos. La extensión actual de los teclados y del pedaleo es de 56 y 30, respectivamente. El órgano tenía 2 registros más en 1994 (según indican Clastrier y Candendo). Según la documentación conservada en el Archivo de la Parroquia de San Jorge consta de dos teclados manuales de 56 notas (C1-G56) y un pedal de 27 notas (C1-D27). Como no soy experto me cuesta interpretar estos datos. [Ver comentarios de Pablo Cepeda a esta entrada].

El nuevo órgano, más amplio y más hermoso, se pudo comprar gracias a un generoso donativo de otro benefactor local, Juan José de la Quintana Zabala (de su genealogía ya habrá tiempo de hablar en otra ocasión, pero puedo avanzar que era sobrino nieto de Cristóbal Murrieta).

El instrumento anterior dejó de funcionar en 1902 así que se puede suponer que su sustituto fue instalado en 1904 (la fecha que viene siendo citada habitualmente) o 1907 según una carta fechada en ese año, dirigida por Gutschenritter al técnico organero Ferdinand Prince relativa a las condiciones para la instalación del órgano en san Jorge y en la que se cita la entonces reciente instalación de otro órgano en Andoain como modelo a seguir. Este último órgano se instaló sin duda alguna en 1907. En cualquier caso, nuestro órgano es ya centenario, unos años más joven que su hermano mayor, el de Portugalete, hace 110 años aproximadamente.

Ferdinand Prince se encargó también de su mantenimiento años después. Los archivos nos revelan que  vivió algún tiempo en Santurtzi, cuidando con mucho esmero su órgano (aunque, como ya hemos mencionado, estaba firmado por Henri Didier). Instalado en Santurtzi con su mujer y un aprendiz, Prince empieza una puesta a punto del órgano (su última intervención se remonta a diciembre de 1931) pero cae enfermo. El 5 de enero su mujer llama a su amigo Louis-Eugène Rochesson para comunicarle que Prince estaba muy enfermo y en la imposibilidad de acabar su trabajo a tiempo, a pesar de necesitar ese dinero. Rochesson acudió para acabar la armonía y de regreso a París se enteró de que una enfermedad pulmonar provocó la repentina muerte de Prince el 18 de enero de 1932 a los 75 años de edad. Los archivos mencionan que estaba considerado como una buena persona y un buen cristiano.

Ha pasado el tiempo desde aquel lejano 1932, muchas han sido las vicisitudes soportadas y el órgano actual no se encuentra en buenas condiciones por falta de un adecuado mantenimiento. Su lamentable estado obliga a realizar casi con carácter de urgencia una seria y costosa rehabilitación presupuestada en 102.000 euros, en la que la Sociedad Coral Lagun Zaharrak ha puesto todo su empeño, organizando una cuestación para captar fondos a través de una cuenta bancaria en la BBK, la ES02 2095 0065 30 9114472315.

Ojalá que la restauración de este centenario instrumento recaiga en manos expertas y gente conocedora de la organería francesa de esa época para que este destacado elemento de nuestro patrimonio pueda sobrevivir durante muchas generaciones más, sin ver alteradas sus características históricas.

Bibliografía empleada:

Información recopilada y redactada en 1991 por Jenaro Urtiaga bajo el título La música y el canto en Santurce.

Artículo de Francoise Clastrier y Oscar Candendo titulado Órganos franceses en el País Vasco y Navarra (1855-1925), publicado en 1994.

Adenda [febrero 2017]:

Con el órgano ya restaurado conviene ver el fantástico trabajo realizado en este enlace de la web de Lagun zaharrak.