El pasado martes 7 de abril gracias a una fotografía, la que encabeza esta entrada, realizada y publicada por Alfredo Bilbao Ruiz en el muro del grupo de Facebook Santurtzi y sus gentes nos enteramos de que el maltratado mosaico cerámico que homenajeaba a los niños de la guerra había sido desmantelado. Y poco más tarde, a través del concejal de Cultura, de que va a ser sustituido por otro debido a la imposibilidad de restaurarlo.
Me consta que muchos santurtziarras desconocían la existencia de este mosaico, ubicado en torno a la base de la emblemática grúa del puerto pesquero, que homenajeaba a todos aquellos, sobre todo niños, evacuados a consecuencia de la guerra civil desde el puerto de Santurtzi, durante los meses de mayo y junio de 1937. Casi tantos como los que gracias a sus incívicos comportamientos han “colaborado” para que, además de las inclemencias del tiempo y una mala conservación, el mosaico instalado en octubre de 2006 no haya durado ni nueve años.
Este humilde monumento a los niños de la guerra que fueron evacuados durante los meses de mayo y junio de 1937 desde el puerto industrial y comercial de Santurtzi, no desde el puerto pesquero, y en varias embarcaciones, no solo en el Habana, todo hay que decirlo, se inauguró el 10 de octubre de 2006. Se pretendía con ello, pasados 70 años del comienzo de la guerra civil, recordar a aquellos niños que dejaron para la historia algunas de las escenas más dramáticas vividas durante la contienda.
Más de un centenar de aquellos niños participaron en el acto de inauguración y evocaron amargos recuerdos de aquellos años en el homenaje que durante el 10 y el 11 de octubre de 2006 les rindió el Ayuntamiento de Santurtzi, homenaje que se complementó con una exposición fotográfica instalada en el parque central. Los recuerdos eran muy similares para todos ellos: la huida de los bombardeos y las lágrimas al verse en un barco camino de un país extraño; la vida en el seno de familias de acogida o en instituciones públicas; y el regreso a una tierra arrasada por la guerra y en la que la comida escaseaba.
El historiador Manu Montero aseguró durante una conferencia posterior al descubrimiento de la placa que este homenaje era una iniciativa más que necesaria porque hasta entonces no se había realizado ninguna y un reconocimiento público a los ‘niños de la guerra’ era y es un acto de justicia. Sin duda es necesario recuperar públicamente este aspecto de la memoria histórica local. En conjunto fueron más de 30.000 niños, casi 21.000 desde Santurtzi, los que tuvieron que ser evacuados, por lo que existe una generación marcada que ha compartido algo trágico que los singulariza históricamente. Además, no hay que olvidar que en la Guerra Civil española se produjo por primera vez en la historia el fenómeno de la evacuación de niños al extranjero durante una contienda bélica. De ahí la necesidad de recuperar la memoria histórica de aquel ‘exilio infantil’.
Este mosaico cerámico compartía evidentes similitudes técnicas y estilísticas con otros murales que podemos admirar en nuestro municipio, de ahí que creo que el autor es el mismo, Paco Presa Merodio (Torrelavega, 1961), responsable del Taller Kastrexana. Si esto es cierto, la obra estaba realizada en la técnica del mosaico de tesela cerámica y modelado en relieve. Las teselas y los modelados se elaboraron en pasta de loza y arcilla roja y decoraron con esmaltes y engobes coloreados cocidos a 1050-1100º C.
No dispongo de una buena fotografía de conjunto pero estas que presento a continuación hablan por si solas del estado en que se encontraba el monumento, fruto del vandalismo, la desidia, la falta de sentido común y de respeto por lo que nos rodea:
Igualmente interesantes son las fotografías parciales, de detalle, que nos permiten recordar cómo era el mosaico y observar con detenimiento algunos de los hechos y vivencias representados en él:
Esta imagen puede representar, a la vez, tres hechos incalificables, los primeros ataques aéreos premeditados sobre población civil de la historia. El bombardeo de Durango realizado por la Aviación Legionaria italiana el 31 de marzo, el bombardeo de Gernika por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana el 26 de abril y el menos conocido bombardeo de Zalla por la Legión Cóndor el 21 de junio de 1937, fuerzas que combatían en favor de los sublevados contra el gobierno legítimo de la Segunda República.
El transatlántico Habana (uno de los buques empleados para la evacuación, pero no el único). Estaba casualmente en el puerto de Bilbao (sí, ya sé, en Santurtzi) el 18 de julio de 1936 aprestándose para su salida ordinaria hacia América, que fue suspendida. El buque se dedicó a alojar a refugiados procedentes de Gipuzkoa. En enero de 1937 fue requisado para dedicarlo a buque-hospital y finalmente fue el gran protagonista de la evacuación marítima de tantos y tantos niños de la guerra.
Como se puede observar, la imagen del mosaico presenta dos chimeneas, mientras que las fotografías del buque muestran solo una.
Realizó seis viajes desde el puerto de Santurtzi. Este es otro dato que se ignora a menudo, recordando únicamente el realizado a Inglaterra. Partió el 6 de mayo rumbo al puerto francés de La Pallice, el 16 de mayo rumbo al puerto francés de Pauillac, el 21 de mayo rumbo al puerto inglés de Southampton, 1 y el 6 de junio rumbo al puerto francés de La Pallice y, finalmente, el 13 de junio rumbo al puerto francés de Pauillac (en donde, sin desembarcar, una parte de los niños fueron transbordados a otro buque y continuaron rumbo a la antigua Unión Soviética).
Los destinos, los países de acogida: Reino Unido, Francia, Bélgica y la extinta Unión Soviética. Se observa que la ikurriña y la Union Jack tienen un diseño similar compatible para hacer mixturas:
Finalmente, otro grupo de imágenes pretenden evocar sentimientos, vivencias, tanto de los niños evacuados como de sus progenitores que los veían partir con mucha pena y, a la vez, con alivio, pensando quizás en un pronto retorno a una tierra en paz.
En muchos casos no hubo retorno, o este se demoró muchos años.
En esta imagen, creo ver la identificación que el Departamento de Asistencia Social del País Vasco colocaba en cada uno de los niños evacuados. Este Departamento era el encargado de los temas relacionados con la evacuación y atención a los refugiados, las residencias de acogida en Francia y Bélgica, las colonias de niños en Inglaterra, etc.
Espero ver pronto el nuevo mosaico. Ojalá sepamos conservarlo durante muchos, muchos años, tantos como se merece cualquier elemento del patrimonio local. Como he dicho antes, solo es necesario un poco de sentido común, ese del que se dice que es el menos común de los sentidos… Tanto por parte de la administración local como de todos y cada uno de nosotros.
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