El Cabo Quilates, buque mixto de carga y pasaje, fue construido en los astilleros de la entonces denominada Compañía Euskalduna de Construcción y Reparación de buques para la naviera vasco-andaluza Ybarra y Compañía S.C.  La botadura tuvo lugar en 1927. Sus dimensiones eran las siguientes: eslora, 121 m; manga, 16,21 m; puntal, 9,56 m. Su casco era de acero y el motor Diesel de 2.200 CV le permitía alcanzar las 12 millas de velocidad máxima.

A continuación la noticia de su botadura aunque, desgraciadamente, tiene muy mala resolución.

El golpe de estado de julio de 1936 le sorprendió fondeado en el puerto de Bilbao como al Habana. Fue incautado y utilizado como buque prisión, anclado en la dársena de Portu en el municipio de Barakaldo. El 25 de septiembre de 1936, tras un bombardeo aéreo de la aviación facciosa de hora y media sobre Bilbao, fue asaltado por milicianos incontrolados deseosos de revancha que provocaron numerosos muertos entre los presos, acusados de simpatizar con los facciosos. El Altuna Mendi, otro buque prisión anclado en Axpe (Erandio) sufrió igual suerte.

El 2 de octubre se produjo un nuevo asalto al Cabo Quilates por la marinería del buque de la armada española Jaime I que provocó la muerte de unos 50 presos. Como suele ser habitual, las cifras de fallecidos varían según las fuentes consultadas. A consecuencia de este último incidente fueron ejecutados por orden de las autoridades vizcaínas varios de los asaltantes y el acorazado republicano fue obligado a abandonar el puerto de Bilbao.

Después de estos sucesos el Cabo Quilates dejó de ser empleado como prisión. Realizo varias singladuras. Su primer viaje fue a Buenos Aires a donde llegó el 15 de enero de 1937. Posteriormente realizó varios viajes a puertos europeos y finalmente quedó internado en el puerto ruso de Murmansk por orden del gobierno soviético. Tras la guerra civil, no pudo ser rescatado por su naviera y se incorporó a la flota mercante rusa con los nombres de Ienisei y Baikal.

Como en el caso de la evacuación de los niños de la guerra, las causas inmediatas de estos asaltos a los buques prisión fueron los primeros bombardeos intensos sobre Bilbao y otras poblaciones por parte de la aviación golpista. Algunos grupos armados se tomaron la justicia por su mano y descargaron su ira sobre personas indefensas.

Siempre existió una tensión entre la represión preventiva que ejercían las autoridades y los partidarios de la represión en caliente que, en general, se produjo en momentos puntuales en que las autoridades se vieron desbordadas por estos últimos que, como represalia por acciones de guerra enemigas, los bombardeos, asaltaron los centros de detención. Una parte de los milicianos armados tras el fracaso del golpe de estado, incluyendo a sus dirigentes, estaban a favor de pasar por las armas a los sospechosos de simpatías con el enemigo Y, además, sus pretensiones tenían un respaldo popular difícil de medir, pero no despreciable.

El 16 de agosto una incursión aérea incendió los depósitos de CAMPSA en Santurtzi. Tras este bombardeo una multitud que pedía la ejecución de los presos encerrados en los barcos prisión se congregó en los muelles. Incluso intentó acceder a los barcos en gabarras. Todos estos intentos fueron contenidos por la Guardia Civil. La suerte de los presos cambió, sin embargo, cuando este cuerpo fue relevado y los milicianos pasaron a ocuparse de la custodia de los detenidos. El 25 de septiembre sí consiguieron entrar en los barcos. El asalto costó la vida a 41 presos del Cabo Quilates y a 29 del Altuna Mendi. Hechos similares tuvieron lugar el 2 de octubre cuando los marineros de Jaime I entraron en el Cabo Quilates, con el resultado de 38 presos muertos. Algunas fuentes afirman que las ejecuciones fueron iniciadas por los propios milicianos que custodiaban el barco y que los marineros del Jaime I se unieron después.

Estos execrables hechos de septiembre y octubre de 1936 convencieron a las autoridades vascas, recién constituidas el 7 de octubre, de la necesidad de trasladar a los presos a prisiones de Bilbao a fin de asegurar su seguridad y mejorar, en lo posible, su calidad de vida. Tal como relata José Ignacio Salazar Arechalde, secretario general del Ayuntamiento de Santurtzi, en su libro 1937: Bilbao conquistada, la situación de las prisiones vascas mejoró radicalmente.

Se optimizaron las condiciones sanitarias y el régimen alimenticio. En colaboración con la Cruz Roja internacional, se fomentaron las visitas de los inspectores internacionales y el contacto permanente de los presos con sus familiares. Y, entre las primeras medidas adoptadas, se puso en libertad en octubre de 1936 a todas las mujeres detenidas en las prisiones vascas, un total de 156.

El 4 de enero de 1937 se produjo un nuevo bombardeo sobre Bilbao. Tras este hecho se organizó una manifestación que, nuevamente, buscaba venganza. En esta ocasión, los manifestantes se encaminaron hacia algunas de las cárceles de Bilbao (la prisión provincial de Larrinaga y las habilitadas en la Casa Galera, y los conventos de El Carmelo y Ángeles Custodios) y provocaron una matanza entre los presos allí custodiados. Un total de 224 presos fueron asesinados. El Gobierno de Euzkadi abrió una investigación, se procedió a arrestar a los presuntos culpables y en marzo de 1937 se dictó auto de procesamiento contra 61 personas. Se tomaron medidas de todo orden, empezando por la depuración de los funcionarios de prisiones. Y se decidió suspender la aplicación de las penas de muerte. Pese a que Bilbao sufriría nuevos bombardeos, no se dieron más actuaciones de venganza de este tipo.

A comienzos de este año 2017, 80 aniversario de aquella masacre, el lehendakari Urkullu reconoció la injusticia que padecieron los presos del bando franquista que fueron asesinados en esos cuatro centros de reclusión que dependían del Gobierno de Euzkadi. El lehendakari, José Antonio Aguirre, reconoció públicamente el dolor que estos hechos le produjeron y asumió su responsabilidad personal y la del gobierno vasco en unos infames acontecimientos en los que la cadena de mando falló.

Y os preguntareis cuál es la relación, si existe, entre el asalto al buque prisión Cabo Quilates y Santurtzi. Dos son las razones para incluirlo en el blog.

La primera es que uno de los presos asesinados había nacido en nuestro municipio en 1894. Se llamaba Juan José Aguirre Causo y era guardia jurado de profesión. Quizás algunos de nuestros mayores recuerden una placa ubicada en el pórtico de la iglesia de San Jorge, una de tantas colocadas por el bando vencedor para glorificar a sus mártires. No tengo una imagen completa de la misma pero en el fragmento que he podido documentar se incluye su nombre.

La segunda razón para tratar el triste episodio es que muchos de los asesinados recibieron inmediata sepultura en el cementerio municipal de Santurtzi. Y una vez que los franquistas ocuparon nuestro municipio, se ordenó la construcción de un monumento funerario conmemorativo que, ya sin las arbitrarias connotaciones iniciales, todavía existe en el camposanto. Fue realizado por Anastasio Amesti e inaugurado el domingo 2 de octubre de 1938.

La lista de los asesinados enterrados en el cementerio municipal es la siguiente:

* Nota: la fecha de nacimiento en algunos casos se corresponde en realidad con la de bautismo.

Abuin Abuin, José María (viajante), nacido en Madrid en 1896/1898

Aguilló Mestre, Buenaventura (peluquero), nacido en Porrera (Tarragona) en 1890/1892

Aguirre Causo, Juan José (guardia jurado), nacido en Santurtzi el 19/08/1894

Aguirre Menoyo, Marcelino (cantero), nacido en Aiara (Araba) el 29/10/1879

Aguirre Respaldiza, Andrés (sacerdote), nacido en Lezama (Araba) el 11/11/1898

Alba Llorente, Luis (delineante), nacido en Barakaldo el 09/08/1909

Alegría Uriarte, Víctor (sacerdote), nacido en Lekeitio en 1912/1913

Alonso Pérez, Bernardino Saturnino (guardia primero), nacido en Bilbao el 20/05/1893

Altuarana Landajo, Martín (sacerdote), nacido en Zeberio el 11/11/1879

Antón Llorente, Fermín (cobrador), nacido en Liñafano? (Soria) en 1900/1902

Armentia Pérez de Aguado, Faustino (sacerdote), nacido en Vitoria-Gasteiz el 23/05/1890

Basaldua Pinedo, José María (ingeniero industrial), nacido en Barakaldo el 10/11/1903

Boo Sobrino, Rafael (pintor), nacido en Santander en 1899/1901

Castaños González, Raimundo (sacerdote), nacido en Mieres (Asturias) en 1865/1867

Elosua Gómez, Emilio (guardia municipal), nacido en Reocín (Cantabria) en 1887/1889

Ganuza González de San Pedro, Rufino (sacerdote), nacido en Campezo (Araba) en 1907/1908

Gómez de Segura Zuñiga, Serapio (sacerdote), nacido en Santa Cruz de Campezo (Araba) en 1904/1905

González Miranda, Lorenzo (estudiante), nacido en Bilbao en 1912/1914

González Solís, José María (sacerdote), nacido en Aller (Asturias) en 1886/1888

Guadilla [Aguadilla] García, Augusto (cabo guardia municipal), nacido en Pedrosa del Príncipe (Burgos) en 1892/1894

Gutiérrez-Barquín Sainz de la Maza, Gabino (sacerdote), nacido en Zuia (Araba) en 21/12/1877

Iñarritu Uriguen, Julián (carpintero), nacido en Durango el 15/03/1894

Landa Acha, Ildefonso (armero), nacido en Ermua el 24/01/1916

Landaluce Larracoechea, Juan (labrador), nacido en Ugao en 08/02/1881

Landaluce Ipiña, Juan Manuel (delineante), nacido en Ugao el 23/06/1912

Lasarte Lasarte, Tomás (comerciante), nacido en Ermua el 18/09/1913

Maisón [Ibáñez de] Garayo, Glicerio (sacerdote), nacido en Vitoria-Gasteiz el 21/09/1897

Miguel Álava, Manuel de (sacerdote), nacido en Baños de Ebro / Mañueta (Araba) en 1881/1883

Nicolás García, Silvestre (jornalero), nacido en Perales de Tajuña (Madrid) en 1890/1892

Polanco Fernández, José María (estudiante), nacido en Logroño en 1917/1919

Polo Bravo, Joaquín (licenciado), nacido en Peralta de Alcofea (Huesca) en 1901/1903

Ranero Múgica, Mariano Andrés (sacerdote), nacido en Karrantza el 17/10/1896

Rodenas Iraola, Salvador [o Santos] (procurador judicial) , nacido en Balmaseda el 04/12/1882

Rosaenz Hueso, Cándido (comerciante), nacido en Ollauri (La Rioja) en 1896/1898

Tobalina Oraá, Juan (retirado), nacido en Iruña de Oca (Araba) el 25/06/1881

Ugarte Artera, Francisco (sacerdote), nacido en Urkabustaiz (Araba) en 1895/1896

Urriza Berraondo, Ángel (sacerdote), nacido en Bergara? en 1886/1888

Las autoridades franquistas también levantaron dos cruces conmemorativas en las puntas de las dársenas de Axpe (Erandio) y de Portu (Barakaldo) en recuerdo de las víctimas.

En la siguiente imagen se señalan con sendas flechas azules su ubicación.

Esta entrada se complementa con otra que trata del mismo tema realizada por Aurelio Gutiérrez Martín y publicada en su blog La vida pasa: Fallecidos en el buque prisión Cabo Quilates enterrados en Santurtzi