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Los orígenes del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi se remontan al año 1920, cuando los hermanos de la Orden de San Juan de Dios en Bizkaia y la Fundación Benéfica Aguirre, representada por Pedro Icaza Aguirre, acordaron poner en marcha un hospital en la Margen Izquierda de la ría de Bilbao.

Así, gracias a la financiación de las infraestructuras por parte de la Fundación Benéfica Aguirre y a la gestión de las mismas por parte de la Orden Hospitalaria, el 24 de octubre de 1924 abrió las puertas la entonces clínica, destinada en aquel momento a la atención a niños pobres e impedidos. El 24 de octubre se celebra precisamente la festividad de san Rafael Arcángel, patrono de la Orden (por privilegio especial lo siguen celebrando en su antiguo día).

En esta labor centró su asistencia en las siguientes décadas, convirtiéndose en todo un referente en las poblaciones del Gran Bilbao. Sin embargo, en la década de los años sesenta del siglo pasado, la asistencia sanitaria pública comenzó a ocuparse también de los pacientes que, hasta entonces, eran sólo atendidos por la clínica. Ante el descenso en la demanda de los servicios que se ofrecían, en 1966, los gestores del centro se plantearon una reestructuración profunda de la asistencia ofertada y de las instalaciones existentes, con el fin de adecuarlas a las nuevas necesidades sanitarias de la población. Tras un año de trabajos, en 1968 se reinauguró el edificio, dando paso a lo que es hoy el Hospital San Juan de Dios de Santurtzi.

Tras nuevas décadas de asistencia, los gestores del hospital vieron en 1999 la necesidad de hacer una nueva reforma que actualizara las instalaciones y el equipamiento a los estándares de la sanidad más puntera. Con este fin, ese mismo año se elaboró un plan general de reestructuración, que afectó de manera integral al complejo. En 2008 se concluyó la reforma, aunque la incorporación de profesionales y tecnología continúa de manera permanente.

En la actualidad, el Hospital San Juan de Dios de Santurtzi trabaja como un auténtico Centro de Alta Resolución de la Margen Izquierda, en estrecha colaboración con el sector público, atendiendo consultas, urgencias, realizando pruebas diagnósticas y llevando a cabo sesiones de rehabilitación e intervenciones quirúrgicas.

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Pero volviendo a los orígenes… dos indianos vizcaínos, los hermanos Pedro y Domingo Aguirre Basagoiti decidieron emplear una parte de la fortuna amasada a lo largo de los años en obras de utilidad pública y beneficencia.

La vida de los hermanos Aguirre fue intensa. Nacieron en Berango, en 1830 y 1841 respectivamente, estudiaron las artes de la mar en la escuela de náutica de Plentzia y buscaron futuro y fortuna en América, primero en Cuba y después en México, en donde vivía un tío suyo. Trabajaron duro y triunfaron, primero colaborando con su tío, después como socios y finalmente como propietarios de la “Casa Aguirre” empresa dedicada al cultivo de caña de azúcar y algodón y su comercialización.

Al morir ambos, sin descendencia, en 1907, su sobrino Pedro Icaza Aguirre (Berango, 1867- Bilbao, 1942) fue designado titular de un legado que debía invertir, de acuerdo a los deseos de los hermanos Aguirre, en obras de utilidad pública y beneficencia.

Cumpliendo los designios encomendados como legatario de sus tíos, Pedro Icaza Aguirre creó tres fundaciones para dar respuesta a tres problemas específicos: mejorar las condiciones de trabajador agrícola, mejorar la formación de los profesionales de la economía (creando en 1916, en colaboración con los jesuitas, la Universidad Comercial de Deusto) y, finalmente, “contribuir al mejoramiento material y moral de los vizcaínos dolientes” a través de la Fundación Benéfica Aguirre, que es la que más nos interesa.

Fue constituida el 8 de marzo de 1920 y, en estrecha colaboración con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, asumió la tarea de erigir el Hogar y Clínica de San Juan de Dios en Santurtzi.

Escudo Orden Hospitalaria San Juan de Dios

La plasmación de los acuerdos entre la fundación y la orden hospitalaria tuvo lugar el 28 de julio de ese mismo año, mediante un convenio, por el cual la orden quedó encargada de la organización y funcionamiento de un Hogar para niños pobres, lisiados y tullidos, así como de una Clínica Quirúrgica y Ortopédica para el tratamiento de este tipo de enfermedades, y de un Taller Ortopédico complementario. Al mismo tiempo, se compraron los terrenos en Santurtzi, lugar considerado especialmente idóneo para tales fines, por su situación junto al mar.

Fundación Aguirre 1930 (sepia)-2 - copia

Las obras del hogar y clínica comenzaron enseguida, según proyecto de los arquitectos José María Basterra Madariaga (Bilbao, 1859 – 1934) y Emiliano Amann Amann (Bilbao, 1882 – 1942), que dotaba al edificio de la amplitud y la adecuada ordenación de espacios (clínica, escuela, servicios recreativos, iglesia, etc.) para tal fin, con un coste de más de dos millones de pesetas de la época. La inauguración oficial tuvo lugar tal día como hoy, jueves 23 de octubre de 1924, hace 90 años, presidida por el obispo de la diócesis, Zacarías Martínez, el padre provincial de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Juan Jesús Adradas y otras autoridades estatales, provinciales y locales (representando a Santurtzi, su alcalde Mariano Torrontegui Arteagabeitia y el concejal Emiliano Pagazaurtundua Murrieta). La repercusión de la solemne inauguración puede verse en la noticia publicada en primera página del diario La Gaceta del Norte del día siguiente.

Cincuenta fueron las plazas internas pero, además de los niños hospitalizados, se atendía también gratuitamente a otros niños afectados de las mismas enfermedades, que acudían a consulta. El tratamiento médico, así como los planes de rehabilitación eran dirigidos por el prestigioso y longevo médico Manuel Salaverri Aranguren (Pamplona, 1883 – 1980), junto con un equipo de ayudantes, pionero en cirugía infantil del sistema óseo. Permaneció como director durante treinta y dos años, hasta 1956.

Retrato Manuel Salaverri

Bruno Alegría Corral (Burgos, 1885 – Santurtzi, 1973) es otra ilustre figura médica igualmente vinculada a esta institución sanitaria desde el primer día de su fundación, como responsable de la medicina general, durante cuarenta años. Figura entrañable, además, en su vertiente humana, por la que mereció el honor de que una calle del municipio perpetúe su memoria.

Bruno Alegría

Consultorio médico

Calle Doctor Bruno Alegría-3

Los religiosos desempeñaban también sus cometidos con eficacia. En los comienzos el número de hermanos fue de entre siete y diez, complementados con otros tantos jóvenes perseverantes y empleados ayudantes. El reverendo padre Tomás de Aquino Carbonell fue el primer superior elegido en capítulo. Empezó a ejercer incluso antes de la inauguración del centro.

Fundación Aguirre 1930 (sepia)-2 - copia (2)

La guerra civil afectó en varios aspectos el funcionamiento del Hogar y Clínica, pero siguió en funcionamiento. Se convirtió en Hospital de Sangre, llegando a instalarse, a tal fin, hasta 150 camas a disposición de los heridos. Acabó siendo también lugar de asilo y refugio para casi dos mil personas. Acabada la guerra se instaló un hospital para heridos y enfermos militares que estuvo funcionando hasta septiembre de 1939. Aunque la vida recobró la forzada normalidad, las dificultades y la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, hasta llegar al racionamiento, se hicieron notar. Se aprovechó el terreno no edificado para cultivar legumbres y hortalizas, y criando aves de corral y otros animales.

En 1942 falleció el fundador y único patrono de la fundación, Pedro Icaza Aguirre, al que, por cierto, también se le dedica una calle en el municipio. Se inició, en consecuencia, un nuevo periodo con la constitución de un patronato colegiado, presidido por el hijo del precedente, Pedro Icaza Gangoiti. Los años de postguerra fueron difíciles, la fundación vio recortada su capacidad financiera. Fue necesario recurrir a la postulación.

Pedro de Icaza y Gangoiti bis - copia

En 1968 se produce la gran reconversión del centro, que pasa a ser una clínica general. Cambiaron las circunstancias socio-sanitarias (la universalización de la asistencia sanitaria pública) y, en consecuencia, se hacía necesario adaptarse a los nuevos tiempos. La dirección técnica de las obras de remodelación fue encargada al arquitecto Juan Amesti. En 1999, coincidiendo con el 75 aniversario del centro se procede a una nueva y prolongada remodelación para adaptarlo a las nuevas tecnologías.

En 1972 fallece Pedro Icaza Gangoiti y le sucede, como presidente del patronato, su hijo Pedro Icaza Zabalburu, que lo será hasta su muerte en 2012. El hecho más importante durante su presidencia será, sin duda, la inclusión del hospital en el mapa sanitario de la CAV como hospital comarcal y su efectiva integración en la red de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud en 1990.

Pedro Icaza Zabalburu

En la actualidad es presidente del patronato su hijo, Pablo Icaza Ampuero.

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