Por antigüedad, tradición y simbolismo (en su comedor se constituyeron los clubs locales de fútbol, en 1952, y remo, en 1967) el restaurante Kai-Alde es un gran referente y no solo en el panorama gastronómico de Santurtzi. Durante muchos años ha sido el local elegido para celebrar bautizos, bodas, comuniones y otros muchos eventos por muchísimas familias del municipio. Sin ir más lejos, mis padres agasajaron en el Kai-Alde a sus respectivas familias con motivo de su matrimonio el 8 de diciembre de 1967.

Aunque en 2013 se conmemoró el 70 aniversario de su inauguración creo que, a la vista de la documentación examinada para redactar esta entrada, fue una celebración prematura.

La primera referencia oficial que he encontrado sobre los orígenes del restaurante aparece en la página 304 del Libro de Actas del Ayuntamiento de Santurtzi correspondiente al periodo 1943-1948. En el acta de la sesión celebrada el viernes 1 de agosto de 1947, se certifica, en el punto séptimo, la concesión del permiso de apertura para dos locales que ha solicitado Antonio Uribe-Echevarria.

Estos dos locales, bar y restaurante, están ubicados en los bajos de la nueva casa que el solicitante ha construido en apenas un año, entre 1946 y 1947, en una finca de su propiedad en la entonces apenas urbanizada calle Capitán Mendizábal, hoy Itsasalde. El proyecto de este edificio de viviendas es del arquitecto José Ramón Basterra. En el mismo acta se detalla que en el citado bar se ubica la entrada al frontón. Este frontón, inaugurado dos años antes, el 14 de julio de 1945, también fue construido por Antonio Uribe Echevarria y estuvo en funcionamiento durante unos veinte años aproximadamente. El bar estuvo regentado durante muchos años por Valentín Mendizabal «Txoba» y su mujer Juanita Furundarena.

No sé cuál puede ser el motivo de situar el origen del restaurante en 1943. Si el frontón se inauguró en 1945 no creo que el pabellón-bar inicial sobre el que se construye la casa doble de tres pisos que hoy conocemos existiese anteriormente. Antonio apenas estuvo a cargo del restaurante. Enseguida se hicieron cargo de la cocina los Montoliu, una familia catalana que no abría durante el invierno. Pero el destino quiso que fuera Presentación Uribe Echevarría (Sestao, 1904 – Barakaldo, 1997), hermana de Antonio, quien al enviudar en 1949, se pusiera el delantal y junto con sus hijos Miren, Fidel y Fernando Sesumaga, convirtiera el Kai Alde en el restaurante con más solera de Santurtzi.

Fidel y Fernando Sesumaga eran el alma del restaurante. Ambos jugaban a pelota mano en el frontón. Cuentan que una de las puertas de la antigua cocina conectaba directamente con el frontón con lo que los dos hermanos podían compaginar sus dos aficiones.

Pronto se hicieron famosos los platos tradicionales de Presen: las ijadas con patatas, la sopa de pescado, el zancarrón, los txipirones, los sesos, los riñones al jerez, los fritos y, por supuesto, las sardinas y el bacalao. Todo un personaje como podemos leer, con alguna dificultad, en esta reseña publicada en 1974.

En 1958 Fernando se centró en otro negocio con solera en Santurtzi, la pastelería Kai-Alde que el año que viene cumplirá 60 años. También Miren dejó el restaurante al reencontrarse con Moises Moragrega, niño de la guerra como ella, casarse y volar, nunca mejor dicho, a los Estados Unidos. Para entonces el restaurante ya se había ampliado al anexar una lonja del edificio contiguo.

Presen y su hijo Fidel (Leioa, 1929 – Barakaldo, 1983) siguieron en el restaurante que fue el escenario de la historia de amor de Begoña González Uribe-Etxebarria y Fidel Sesumaga. Se conocieron y celebraron su matrimonio en el Kai-Alde. Begoña González comenzó entonces a formar parte de la plantilla del local, trabajando junto a su suegra a la que cogió el testigo tras su jubilación en la década de los noventa.

Begoña González Uribe-Etxebarria (Bilbao, 1937) dirigió el Kai-Alde durante 20 años aproximadamente y tras aproximadamente 65 años regentado por la familia Sesumaga, a finales de 2009 tomó el testigo Joseba Ramos Arias, expresidente de Santurtzi Gastronomika y hoy actual concejal de Hacienda y Promoción Económica. El lunes 2 de noviembre, con unos pocos cambios en la decoración del local, y manteniendo su esencia, se reinauguraba este típico restaurante santurtziarra.

Cuando entró en el gobierno local, Joseba Ramos cedió el testigo a otro arrendatario, Oliver Zaitegui, el 1 de junio de 2015. Sin embargo, al cabo de año y medio este último ha optado por tirar la toalla debido a la grave situación económica que atravesaba el negocio y al problema de tener que afrontar un cierre y un ERE temporal de dos meses durante el tiempo que durase una inminente reforma ya programada. Así, el martes 31 de enero de 2017, cuatro meses antes de lo previsto, el Kai-Alde cerraba sus puertas aunque no definitivamente. Tras una gran reforma es probable que para finales de este mismo año vuelva a reinaugurarse totalmente renovado, pero sin perder un ápice de su esencia.

Son muchas las historias y los personajes que han pasado por el restaurante más antiguo de Santurtzi. Esta entrada, realizada con la colaboración de Marina Sesumaga González, solo pretende ser una breve reseña que sirva de homenaje. Como curiosidad, la auténtica cesta de sardinera que se conserva en el Museo Vasco procede precisamente de este restaurante.

Para no perderse, como me ha pasado a mí, en el intrincado árbol genealógico de la familia Sesumaga y enlazados (por ejemplo, José María González Barea «Currito») a continuación añado un esquema abreviado. Abriendo la imagen en una pestaña nueva se lee sin problema.